Fashion South: Arquitectura al desnudo

Una manera de entender un edificio es mediante el concepto de superposición de capas, cómo - si de una milhojas se tratara - los estratos se suceden uno sobre otro. Al igual que en la repostería, - azúcar, hojaldre, crema -, en la arquitectura las capas no siempre tienen que estar en el mismo orden. Como norma general, entre la estructura y los paramentos vistos que podemos tocar existen instalaciones, materiales aislantes, trasdososados de materiales ligeros, o revestimientos exteriores. Pero como en la milhojas, estos elementos se pueden desordenar.

La restauración arquitectónica es como un descubrimiento dónde, si vamos destapando capa a capa, la arquitectura queda al desnudo. Ya no hay elementos que la protejan ni ropa que la vista, porque ella misma es capaz de hacerlo por sí sola, sin desvirtuar su auténtica materialidad. Se trata de hacer arqueología de la arquitectura.

Estos estratos superpuestos, adosados, son una cronología que nos permiten conocer la vida del edificio, de sus inquilinos y de su época. No hay más revelador que, tras el derribo de un edificio, apreciar el alicatado de un baño, o los cuadros colgando de las paredes desnudas. La estructura queda al alcance de todos los sentidos, puede ser metálica, de hormigón, o de ladrillo. Cada elemento descubierto tiene una forma, un material y un color propio, se podría decir que estamos antes un estilo sincero con la naturaleza de los elementos que utiliza.

Si bien estos conceptos de restauración objetiva nacieron durante los años 90 del pasado siglo, ha sido en los últimos años cuando se han extendido en el interiorismo y la decoración. Se busca la autenticidad del material, a veces cayendo en el pastiche o falso histórico. Sus notas reconocibles suelen ser las estructuras al desnudo como el muro de ladrillo visto, la ausencia de revestimientos, las instalaciones vistas, etc.